
Hoy vuelvo con una receta muy típica de mi tierra, rabo de toro. Una receta que como podéis ver por Internet hay muchas formas de hacerlo, con unas especias u otras, con mas o menos verduras etc etc. Yo os dejo el paso a paso que he realizado de forma tradicional y casero. Sin olla exprés, a fuego lento que es como salen las comidas mas buenas y esta vez con vino tinto.
Ingredientes:
Un rabo de toro troceado
Una cebolla grande
8 o 9 dientes de ajo
3 tomates
2 pimientos verdes medianos
1 pimiento rojo mediano
3 hojas de laurel
Un buen vaso de vino tinto
Un clavo (especia)
Una cucharadita pequeña de comino
Una cucharadita pequeña de nuez moscada
Una poquita pimienta molida
Una cucharadita pequeña de pimentón de la vera
Una pastilla de caldo concentrado (opcional)
3 zanahorias
Sal al gusto
Aceite de oliva
Procedimiento: Lo primero que haremos es preparar, picar y reservar el sofrito. Para lo cual picaremos los ajos, cebolla, pimientos, tomate y cortaremos a rodajas las zanahorias. Seguidamente en una cazuela sellamos los trozos de rabo de toro en un buen chorreón de aceite de oliva y reservamos, previamente salpimentados. En ese mismo aceite sofreímos los ajitos, cuando empiecen a tomar un color doradito agregamos la cebolla y pochamos hasta que tome un color amarillento o transparente, a continuación añadimos los pimientos verdes y rojos y seguimos moviendo de vez en cuando para que no se nos queme. Cuando ya tengamos sofreídos los pimientos agregamos el tomate troceado y las hojas de laurel. Seguimos rehogando el sofrito hasta que se nos haga el tomate y a continuación añadimos los trozos de rabo de toro reservada anteriormente y las zanahorias. Rehogamos todo unos cinco minutos y a continuación agregamos el vino tinto, movemos de vez en cuando y a un fuego medio fuerte para que evapore el alcohol, seguidamente añadimos las especias antes mencionadas, clavo, pimentón de la vera, comino, nuez moscada, pimienta molida y sal al gusto, el caldo concentrado (opcional) y cubrimos de agua y dejamos hervir a fuego lento teniendo la precaución de ir moviendolo de vez en cuando para que la gelatina que suelta la carne no se nos pegue y queme el guiso. Yo suelo moverlo cada cinco o diez minutos y añadiendo agua. Cuando la carne este casi tierna, sino queremos encontrarnos los trocitos de verdura se puede sacar los trozos de carne y pasar por la batidora toda la salsa incluido las rodajas de zanahoria. Una vez triturada la salsa volvemos a añadir la carne y continuamos a fuego lento hasta que la carne se despegue del hueso, ese sera el punto que nos indicara que el guiso esta terminado. Si os sirve de referencia estuvo hirviendo unas tres horas y algo aproximadamente, todo dependerá también de la calidad y el tamaño de los trozos.
Otra forma de hacer esta carne es en la olla rápida o exprés, de esta forma se tardaría mucho menos tiempo, ahora si disponéis de tiempo y queréis comparar, observareis que no tiene nada que ver, que de esta forma esta mucho mas rico y si se hace y dejamos unos días en la nevera mejor, como todas las comidas con salsas. Espero que os guste y hasta la próxima